jueves, 28 de febrero de 2019

La centralidad de la acción en la comprensión de lo social


     Para Habermas, la sociedad es posible porque existe un acuerdo intersubjetivo general acerca del mundo en que existimos, es decir, porque entendemos el mundo de maneras básicamente parecidas y coordinadas y, en consecuencia, podemos coordinar nuestras acciones. Este acuerdo intersubjetivo general es el que permite hablar de la acción social como acción racional.  Por eso la idea de regla en Habermas es fundamental. Siguiendo la tradición de Rousseau sobre el contrato social, para Habermas la sociedad es posible porque podemos organizar nuestras acciones y evaluar las acciones de los demás, y esto sólo es posible sobre una idea de regla.
Tipología de la acción social


     Tanto la acción estratégica como la acción instrumental son acciones con arreglo a fines, es decir, acciones directas (no mediadas) sometidas al criterio de eficacia en función de la correspondencia entre expectativas y resultados.   
     La acción instrumental está orientada a la manipulación técnica de objetos con arreglo a fines.
     La acción estratégica hace referencia a una competición con adversarios que comparten fines idénticos.
     Las acciones con arreglo a fines son el objeto de estudio de las teorías de la elección racional, del tipo de la teoría de juegos, la teoría del ‘minimax’, etc.
     La acción comunicativa se caracteriza por ser una acción orientada al entendimiento, esto es a la producción de consenso.
     Ese doble carácter de entendimiento y consenso es el que convierte a la acción comunicativa en la acción social por excelencia. Es la acción comunicativa la que permite la aparición de un consenso intersubjetivo general sobre el que fundar la idea de regla y, consecuentemente, el mundo social.


No hay comentarios:

Publicar un comentario