Para
el Interaccionismo Simbólico, el significado constituye el nexo de unión
entre el sujeto humano y el mundo, tanto como entre el individuo y la
colectividad.
En 1937, Herbert Blumer acuña el término
Interaccionismo Simbólico para articular una serie de investigaciones y
trabajos teóricos dirigidos a la crítica del conductismo watsoniano y al
énfasis de la relevancia de la significación en la articulación de las
conductas. La conducta del individuo está en directa relación con su medio
social. Si para el conductismo mecanicista el individuo era una ‘caja negra’ de
la que sólo se podían considerar los aspectos observables de la conducta
(‘conducta externa’), para Blumer y Mead el individuo constituye la clave para
la explicación del substrato social de las conductas y, por ello, prestarán
especial atención a las ‘conductas internas’ en las que el significado resulta
determinante
De acuerdo con Blumer, los supuestos de
partida del Interaccionismo Simbólico serían los siguientes:
a)
Los sujetos humanos actúan sobre los objetos de su mundo y en relación con
otros sujetos a partir de los significados que éstos tienen para ellos
b)
Los significados son producto de la interacción social (esencialmente, de los
procesos sociales de comunicación). La comunicación, por tanto, resulta
esencial tanto en la constitución del individuo como en (y debido a) la
producción social de sentido. Para Mead, por ejemplo, en coherencia con Peirce,
el signo es el objeto material que desencadena el significado y éste, el
indicador social que interviene en la construcción de la conducta.
c)
Los significados se reproducen y transforman en los procesos interpretativos,
en los cuales el sujeto selecciona, organiza y articula los significados en
función de la situación comunicativa y de sus expectativas y propósitos.
d)
La distinción entre conducta interna y conducta externa implica la
presuposición de que el individuo es también capaz de interactuar consigo mismo
(formación del yo social autoconsciente).
e)
Los grupos y la sociedad se constituyen sobre la base de las interacciones
simbólicas de los individuos al tiempo que las hacen posibles en su forma
específica.
Estoy de acuerdo con la opinión de Blumer, en algún momento los seres humanos necesitan interactuar con el contexto. Puesto que ayuda en la construcción del significado y sentido que le damos a las palabras y al lenguaje que empleamos al comunicarnos.
ResponderEliminarExcelente aportación amigos, fue de interes su temática, Blumer tiene razón en cuanto a la relaión que tiene el contexto con la formación del niño, ya que el niño no se educa solo sino con las personas que lo rodean.
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