La acción comunicativa,
en tanto que expresión de la dinámica de entendimiento intersubjetivo que funda
tanto la naturaleza de la sociedad como la condición de posibilidad del
conocimiento, se explicita para Habermas en el uso del lenguaje.
Todas las acciones
humanas se refieren predominantemente a uno de estos dos aspectos:
- Las acciones instrumentales se refieren al contexto de la experiencia
- Las acciones comunicativas se refieren al contexto del discurso
- Las acciones estratégicas correlacionan los contextos del discurso y de la experiencia
Para Habermas la realidad
del mundo de las cosas y del mundo social sólo puede constituirse en la
dependencia solidaria entre lenguaje, conocimiento y acción, las acciones comunicativas
y, consecuentemente, el consenso general intersubjetivo que funda lo social, se
constituyen necesariamente sobre pretensiones de validez racional, es decir,
que toda comunicación, en tanto que acción y relación intersubjetiva, presupone
unas condiciones mínimas de validez que incluyen presuposiciones acerca de:
- Verdad: es decir, la condición de estar dando a entender algo (referencia a un objeto de la experiencia).
- Adecuación: es decir la condición de estarse entendiendo con los otros o, en general, de estarse sometiendo a las reglas comunes de los actos comunicativos.
- Veracidad: es decir, la condición de expresar la intención de verdad o, en general, la expresión adecuada de las intenciones comunicativas.
- Inteligibilidad: es decir, la presuposición de estar dándose a entender inteligiblemente.
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